De movimiento social a moda.
“La moda no es tanto signo de ambiciones de clase como salida del mundo de la tradición; es uno de los espejos donde se ve lo que constituye nuestro destino histórico más singular: la negación del poder inmemorial del pasado tradicional, la fiebre moderna de las novedades, la celebración del presente social”, así describe a la tendencia de vestir el filósofo y sociólogo Gilles Lipovetsky en su libro “El imperio de lo efímero”. La ropa que nos ponemos cada día es parte de nuestra identidad, de ahí que la forma de vestir en cierta época, estratos sociales, según los roles de género o grupos sociales, también se vuelva parte de la historia de la moda. En lo personal mi época favorita fueron los 90, vestirse de rebeldía depresiva fue el estilo que distinguió al movimiento grunge. Se caracterizó por lo desaliñado, llevar el pelo descuidado, camisas de franela a cuadros, jeans rotos, botas Dr. Martens o tenis Converse y, como muchos otros modos icónicos de vestir, no nació en una pasarela.